Hablar con vos mismo ¿Hace bien? El diálogo interno
Cuando te hablas a ti mismo generas lo que te define.
Si lo haces con desprecio, cuestionando tu potencial y creyéndote menos que los demás, te estarás convirtiendo en tu peor enemigo. Al fin y al cabo, bienestar también es hablarnos con amor y respeto.
El diálogo interno cambia tu cerebro
Esa charla cotidiana que tienes contigo mismo puede fortalecer un gran número de áreas cerebrales para ayudarte a manejar mejor el estrés, regular tu estado del ánimo o ayudarte incluso a ser más resolutivo.
Por el contrario, el habla negativa que desgasta puede llevarte sin duda a estados muy debilitantes y perjudiciales.
Es común que uno sea siempre ese amigo infatigable que siempre está cuando se le necesita. Nos alzamos como esa persona que infunde ánimos, que sabe dar la palabra justa en el momento más necesitado; somos de algún modo, ese soporte incuestionable para los demás que con su comunicación siempre acertada infunde valías, entusiasmo y positividad.
Por el contrario, para nosotros mismos podemos ser a veces el peor enemigo.
Nuestro diálogo interno resuena a menudo con frases como: ¿Cómo has sido capaz de decir semejante tontería?
Hablar con vos mismo: Somos lo que nos decimos a nosotros mismos
Llevamos una vida entera conviviendo con una voz interna que se alza como el peor maltratador de todos.
No es fácil cambiar ese discurso interno cuando llevamos tanto tiempo haciéndolo. No obstante, es necesario hacerlo por una razón evidente: el diálogo interno negativo modifica el cerebro y hace que seamos más vulnerables a los trastornos de ansiedad y la depresión.
El impacto del diálogo interno en nuestra conducta y personalidad
Es un tema que siempre ha interesado a los psicólogos. Sabemos, no obstante, que en los últimos años abundan los libros y las publicaciones sobre autoayuda y desarrollo personal que nos animan a cuidar esta dimensión.
Sin embargo, es interesante saber que el tema del discurso interno cuenta con estudios que datan de principios del siglo XX.
Afirmaciones positivas
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El pensamiento positivo, bien gestionado, nos hace más resistentes a algunos trastornos del estado de ánimo. La depresión tiene muchas causas.
Sin embargo, los pensamientos de baja autoestima, de no ser dignos o de no ser lo suficientemente buenos, juegan un papel importante en los procesos depresivos.
Con las afirmaciones positivas, puedes cambiar tu proceso de pensamiento y hacer que este juegue a tu favor, y no en contra.
Una afirmación es una declaración confiada de una verdad percibida. Lo cierto es que la repetición de este tipo de verdades, en forma de afirmaciones positivas, ha ayudado a miles de personas a realizar cambios significativos en sus vidas.
Hablar de uno mismo en tercera persona: ¿Qué significa?
A qué nos referimos cuando hablamos de nosotros mismos en tercera persona, en base a lecturas psicológicas.
Hablar de uno mismo en tercera persona es soltar los sentimientos que tenemos sobre la conversación.
Es un recurso lingüístico que puede ser consciente o inconsciente. Se llama Ileísmo del latín. Se traduce como «él, eso».
Según la investigación de la neurociencia, hablar de uno mismo en tercera persona tiene beneficios psicológicos. Sin embargo, tradicionalmente esto significa que es posible que tenga un trastorno disociativo de la personalidad.
Cuando habla de usted mismo en tercera persona, usa los pronombres él, ella, ellos y ellos para referirse a usted mismo en lugar de los pronombres de primera persona yo y nosotros.
¿Qué busca la gente cuando habla de sí misma en tercera persona?
Lo que buscas puede ser algo muy simple o muy complejo.
Los objetivos incluyen mostrar humildad, buscar aprobación, autoafirmación, autocontrol, ocultar algo o incluso simplemente mentir.
Una persona asigna cualidades, virtudes o defectos en los que no cree. «Muchas personas lo usan como un recurso para hacer frente. Intentan esconderse detrás de la personalidad que han creado para ellos mismos».