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Sentir envidia es humano, gozar de la desgracia de otros ¿Una enfermedad?

envidia de los otros

Sentir envidia es humano, gozar de la desgracia de otros ¿Una enfermedad?

Schadenfreude: El lado más oscuro de la mente humana

Esta palabra de difícil pronunciación está compuesta por ‘schaden’ (daño o desgracia) y ‘freude’ (alegría) y su traducción en otras lenguas deja mucho que desear. De hecho, este término único del idioma germánico.

El filósofo Arthur Schopenhauer definió como uno de los sentimientos más bajos y pecaminosos que podrían inundar el espíritu humano: “Sentir envidia es humano, gozar de la desgracia ajena es algo demoníaco”.

El problema es que lejos de ser algo minoritario, el schadenfreude es una de las sensaciones más extendidas entre las personas y aunque lo sentimos por el bueno de Schopenhauer, no tiene tanto que ver con lo demoníaco sino con la propia esencia del ser humano.

Schadenfreude

Schadenfreude

Una emoción y satisfacción placentera por el mal ajeno

Es diferente a cuando la otra persona es alguien que nos ha dañado o lo vemos como desagradable, lo cual está relacionado más con un orden moral o ético, relacionado con el restablecimiento del sentido de justicia en las relaciones y el instinto agresivo,

Ejemplo sentimos una especie de placer al ver que están encarcelando a un individuo el cual hizo daño a nuestra familia.

Esta emoción es mucho más gratuita que la simple rabia o sensación de injusticia y resulta mucho más difícil de justificar ante los demás.

Es decir, simplemente disfrutamos del dolor de otro aunque no nos haya hecho nada. Para el psicólogo, el schadenfreude tiene más que ver con uno mismo, con esa percepción del ‘yo’ frente a los demás. “Forma parte de las emociones morales que tienen que ver con la valoración social y la comparación ante los otros»

Algunas razones por las que experimentamos esta alegría es por envidia o venganza.

  • Mi vecino contento porque choque mi cero kilómetro y pasa feliz con su auto viejo

En general actitudes de este estilo pasan día a día entre comunidades, está muy relacionado con la baja autoestima, “es algo bastante generalizado en nuestra sociedad ver cómo el mal ajeno puede hacernos sentirnos más seguros y vernos al mismo nivel que los demás”.

Schadenfreude

Es una palabra del alemán que designa el sentimiento de alegría o satisfacción generado por el sufrimiento, infelicidad o humillación de otro. El término se usa también como expresión culta en otros idiomas, como el inglés y el español.

El término en español se traduce como regodearse o regodeo, definido por la RAE como Complacerse maliciosamente con un percance, apuro, etc., que le ocurre a otra persona.​

Clínicamente se identifica con el sadismo. Asimismo, y aunque el Diccionario de la Real Academia no lo recoge, se puede traducir usando el término «epicaricacia«, proveniente del griego clásico.

Los 4 principales tipos de envidia y sus efectos

Dicen que los celos son bastante malos y, en cierto modo, tienen razón.

De repente, podemos decir que sentimos celos de las personas que son mejores que nosotros, queremos ser como ellos, y entonces tenemos un tipo de celos más destructivos, que están motivados por no querer que a la persona le vaya bien envidiamos.

Según hacia quién sintamos estas emociones, podemos decir que existen varios tipos de celos.

A ver cómo serán a continuación. Cuatro tipos principales de celos y sus consecuencias

Los celos son una emoción universal

Puede que no nos guste admitirlo, pero todos hemos sentido celos en algún momento de nuestras vidas. Se considera una emoción negativa que nos impide ser felices.

Los celos tienen mala reputación en todo el mundo, ya que la mayoría de las religiones del mundo consideran que la experiencia es pecaminosa, indigna e inmoral.

No sorprende que la envidia se considere un pecado capital en el código de conducta de la mayoría de las religiones, y este es el caso del cristianismo.

No debemos pensar que el más mínimo sentimiento de celos es inherentemente malo.

En realidad, es natural sentir un poco de envidia. Por ejemplo, un estudio de 2015 encontró que casi las tres cuartas partes de los participantes admitieron haber estado celosos de alguien en el último año, ya fueran conocidos cercanos o casuales.

Por ello, antes que nada, es importante recalcar que en realidad existen dos tipos de celos: los inocentes y los dañinos.

Si alguien que conocemos parece ser más afortunado que nosotros y queremos ser como él o ella, como ver que tiene un mejor salario, un mejor cuerpo o habla más idiomas, nos sentimos inocentes. Las personas tóxicas, en cambio, nos corrompen, nos obsesionan con los logros de otra persona y nos hacen pensar tanto en esa persona que nos impide avanzar en nuestra vida.

Es una forma tóxica de celos que es mala para nuestra salud y, si no se controla, puede ser mala para la persona de la que estamos celosos. No puedes ser feliz si desarrollas una envidia corrosiva de los logros de otras personas o de su posición.

Nunca podremos estar satisfechos con nosotros mismos si el éxito de los demás nos corrompe. Seamos o no celosos, lo primero que debemos hacer para reconocer que estamos sintiendo celos es saber distinguir los tipos de celos que existen. Por supuesto, no es fácil deshacerse de los celos, pero si sabes qué tipo de sentimiento tienes, hay algunos pasos que puedes seguir para resolverlo.