El Ojo de Horus es un símbolo antiguo egipcio que representa protección, poder y clarividencia, y está asociado con el dios Horus, quien simbolizaba la realeza y el orden cósmico. En el contexto espiritual y esotérico moderno, este símbolo ha sido relacionado con la glándula pineal, una pequeña glándula en el centro del cerebro que muchos consideran el “tercer ojo” o el centro de la percepción espiritual. Se dice que la glándula pineal, cuando está activada o despierta, permite acceder a estados elevados de conciencia, intuición y percepción extrasensorial.
El Ojo de Horus y la glándula pineal
La glándula pineal se considera el “ojo interno” o el “ojo de la mente” en muchas tradiciones espirituales debido a su ubicación y estructura. Algunas interpretaciones modernas sugieren que el Ojo de Horus representa simbólicamente esta glándula, basándose en ciertas similitudes anatómicas entre las representaciones del Ojo de Horus y la forma de la glándula pineal en el cerebro humano.
Glándula pineal como receptor de mensajes y su “mal uso”
La glándula pineal es a menudo vista en el esoterismo como un centro de comunicación espiritual o místico. Al estar vinculada con la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño, se le considera también una puerta de acceso a estados de percepción elevados, como el estado de sueño lúcido, la meditación profunda y, según algunas creencias, la conexión con otras dimensiones o con guías espirituales.
Sin embargo, algunos creen que la glándula pineal puede ser “mal usada” o bloqueada por factores externos y que esto limita la capacidad humana de percepción espiritual. Este concepto de “mal uso” suele interpretarse de las siguientes maneras:
- Bloqueo por hábitos modernos: Se cree que ciertos hábitos y factores de la vida moderna pueden «bloquear» o «entorpecer» la función de la glándula pineal. La exposición constante a la luz artificial, el consumo excesivo de ciertos químicos (como el flúor en el agua) y el estrés crónico son algunos ejemplos. Estos factores, según algunas teorías, obstaculizan la capacidad de la glándula para actuar como un centro espiritual o perceptual.
- Explotación para manipulación: Algunos sugieren que la glándula pineal, al estar adormecida o inactiva en gran parte de la población, permite una mayor susceptibilidad a la manipulación por parte de información o estímulos externos. Con una glándula pineal «desconectada», se pierde la capacidad de ver “más allá” de las apariencias y la percepción profunda de la realidad.
- Desinformación y desvío del propósito espiritual: Se dice que las personas pueden caer en “engaños” o mensajes falsos que simulan ser guías espirituales, cuando en realidad no lo son. Esto ocurre, según algunas tradiciones, cuando la glándula pineal está en un estado latente o mal usada y no logra discernir mensajes verdaderos de fuentes negativas o confusas.
Cómo activar y proteger la glándula pineal
Para aprovechar la supuesta capacidad espiritual de la glándula pineal, muchas prácticas esotéricas recomiendan métodos de activación que buscan mejorar la claridad mental y fortalecer la intuición:
- Meditación y visualización: La meditación enfocada en el “tercer ojo” es una de las prácticas más recomendadas para “despertar” la glándula pineal. Visualizar una luz en la frente y respirar profundamente puede ayudar a activar su energía.
- Desintoxicación de flúor: Algunos proponentes de la salud espiritual sugieren evitar el consumo de flúor (en el agua y en las pastas dentales) y otros químicos que supuestamente calcifican la glándula pineal y reducen su efectividad.
- Dormir en total oscuridad: La glándula pineal produce melatonina y responde a los ciclos de luz y oscuridad. Dormir en un entorno completamente oscuro puede mejorar su funcionamiento y permitirle realizar mejor sus funciones.
- Practicar mindfulness y alimentación saludable: Una alimentación rica en antioxidantes, frutas y verduras, y un estilo de vida sin estrés también se consideran beneficiosos para proteger y activar la glándula pineal.
OJO DE HORUS, Glándula Pineal PARTE DE LO QUE CUENTA LA HISTORIA: En el curso de estas batallas, los participantes sufrieron varias lesiones y algunas pérdidas vitales, como la mutilación del ojo izquierdo de Horus. Gracias a la intervención de Tot, el ojo de Horus fue reemplazado por el Udyat para que Dios pudiera recuperar su vista.
Este ojo era especial y tenía propiedades mágicas. El ojo de Horus o Udyat se usó por primera vez como un amuleto mágico cuando Horus lo usó para devolverle la vida a Osiris.
En el antiguo Egipto se consideraba el amuleto de los más poderosos: mejoraba la vista, protegía y curaba las enfermedades oculares, contrarrestaba los efectos del «mal de ojo» y también protegía a los fallecidos.
Como talismán, simboliza la salud, la prosperidad, la indestructibilidad del cuerpo y la capacidad de renacer. Incluso hoy, es utilizado como un amuleto por personas que practican diferentes religiones en todo el mundo.
Los egipcios utilizaron un complejo sistema para representar fracciones en medidas agrarias de superficie y volumen, basado en las potencias de 1/2. Los signos de las fracciones mayores fueron tomados de las partes que componían el jeroglífico del Ojo de Horus.
El ojo de Horus es el símbolo que determina la capacidad de ver espiritualmente y que está anatómicamente relacionado con la glándula pineal
Pero es mucho más que eso. En primer lugar, debemos explicar mejor qué es esta visión espiritual. Todos conocemos el concepto del tercer ojo o la visión astral y pensamos que es la única conexión que tenemos con este otro lado, con lo sutil y lo espiritual, pero no es así, es solo una parte del todo.
El tercer ojo activo o abierto es la apertura a los niveles sutiles que nos permite conectarnos con todo y sentirlo. La activación del tercer ojo es la activación de los sentidos extrasensoriales.