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Visita del Papa Francisco a Estados Unidos

Catolicismo: La visita del Papa Francisco a Estados Unidos (del 22 al 27) ha suscitado un amplio debate sobre la fe de los estadounidenses. ¿Cuál es el grupo religioso más grande del país? ¿Qué opina la gente sobre temas polémicos como el aborto y el matrimonio igualitario?

Uno de los cambios más significativos y mejor documentados de la última década ha sido el aumento constante de personas sin afiliación religiosa, del 16 % en 2007 al 23 % en 2014. A continuación, se presentan 10 hallazgos clave del Pew Research Center que ofrecen una instantánea de la religión en los EE. UU.:

  1. Los protestantes ya no son mayoría entre los adultos estadounidenses. El declive del cristianismo, incluido el protestantismo, está estrechamente vinculado al aumento de personas que se identifican como “sin” religión. Estados Unidos ha sido durante mucho tiempo una nación de mayoría protestante. En 2007, un estudio de Pew Research reveló que el 51,3 % de los adultos estadounidenses se identificaban como protestantes. Para 2014, esa cifra había descendido al 46,5 %.
  2. Cambiar de religión es común en EE. UU. Según la definición de “cambio de religión”, aproximadamente el 42 % de los adultos estadounidenses han cambiado de religión. Esto incluye el movimiento entre tradiciones protestantes, pero incluso considerando el protestantismo como un solo grupo, aproximadamente un tercio de los estadounidenses (34 %) se identifica ahora con un grupo religioso diferente al que se crio.
  3. Existe una significativa diversidad racial y étnica entre los grupos religiosos en Estados Unidos. Los Adventistas del Séptimo Día, los musulmanes y los Testigos de Jehová se encuentran entre los grupos religiosos con mayor diversidad racial y étnica del país. Mientras tanto, entre los grupos menos diversos se encuentran la Convención Bautista Nacional, la Iglesia Evangélica Luterana en América y la Iglesia Luterana-Sínodo de Misuri.
  4. Antes de la publicación de la encíclica ambiental del Papa Francisco en junio, las opiniones de los católicos sobre el cambio climático reflejaban las de los estadounidenses en general, marcadas por fuertes divisiones partidistas. Alrededor del 60% de los católicos demócratas cree que los seres humanos son responsables del calentamiento global y lo consideran un problema grave, mientras que solo una cuarta parte de los católicos republicanos comparte esta opinión.
  5. Aproximadamente uno de cada cinco estadounidenses comparte su fe en línea en una semana típica. Este porcentaje es similar al de quienes escuchan programas de radio religiosos, ven programas de televisión religiosos o escuchan música rock cristiana.
  6. El apoyo al matrimonio igualitario está creciendo. En 2015, el 55% de los adultos estadounidenses apoyó el matrimonio igualitario, que se legalizó en todo el país tras un fallo de la Corte Suprema en junio. Esto representa un aumento de 20 puntos porcentuales con respecto a la última década. Entre los grupos religiosos, los protestantes evangélicos son los que menos lo apoyan (24%), mientras que quienes no tienen afiliación religiosa son los que más lo apoyan (82%).
  7. ¿Libertad religiosa o discriminación? Una encuesta de 2014 reveló que los estadounidenses estaban divididos sobre si los negocios que organizan bodas deberían tener derecho a negar el servicio a parejas del mismo sexo por motivos religiosos: el 47 % opinó que se debería permitir a los negocios negarse, mientras que el 49 % opinó que deberían estar obligados a atender a todos los clientes.
  8. Las opiniones sobre el aborto se han mantenido prácticamente estables durante las últimas dos décadas. La mayoría de los estadounidenses (55%) cree que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos, mientras que cuatro de cada diez piensan que debería ser ilegal en todos o en la mayoría de los casos.
  9. La asistencia a la iglesia es un fuerte predictor del comportamiento electoral. En las elecciones intermedias de 2014, las encuestas de salida mostraron que quienes asistían a servicios religiosos al menos una vez por semana votaron por los republicanos en lugar de los demócratas para la Cámara de Representantes por un margen del 58% frente al 40%. Mientras tanto, quienes nunca asisten a servicios religiosos se inclinaron fuertemente por los demócratas (62% frente al 36%).
  10. Los cristianos aún constituyen la gran mayoría del Congreso (92%), en comparación con el 71% del público general (en 2014). Al mismo tiempo, mientras que el 23% de los adultos estadounidenses no tiene afiliación religiosa, solo una congresista —la representante Kyrsten Sinema, demócrata por Arizona— se identifica abiertamente como no afiliada, representando tan solo el 0,2% del cuerpo legislativo.
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El catolicismo ha desempeñado un papel significativo en la historia y la cultura de Estados Unidos. Durante siglos, ha sido una fuerza religiosa importante, influyendo en la política, la educación y los valores sociales. Sin embargo, en las últimas décadas, el número de estadounidenses que se identifican como católicos ha disminuido. Este cambio ha planteado una pregunta importante: ¿Está desapareciendo el catolicismo en Estados Unidos? Si bien el catolicismo sigue siendo uno de los grupos religiosos más grandes del país, los cambios demográficos, culturales y sociales sugieren que su influencia está disminuyendo.

El declive de la identificación católica

Estudios del Pew Research Center y otras organizaciones han mostrado una disminución constante en el número de estadounidenses que se identifican como católicos. En la década de 1970, alrededor del 25% de los estadounidenses se identificaban como católicos. Este porcentaje se mantuvo relativamente estable hasta principios de la década de 2000, pero desde entonces ha experimentado un descenso gradual. Según las últimas encuestas, los católicos representan aproximadamente entre el 20% y el 22% de la población estadounidense. Si bien este porcentaje sigue siendo significativo, representa una disminución notable con el tiempo.

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El declive de la identificación católica forma parte de una tendencia más amplia de desafiliación religiosa en Estados Unidos. Muchos estadounidenses, en particular las generaciones más jóvenes, se están alejando de la religión organizada. El auge de los “ningunos” —aquellos que se identifican como ateos, agnósticos o simplemente “nada en particular”— ha sido uno de los cambios religiosos más significativos de la historia reciente. En 2007, aproximadamente el 16 % de los estadounidenses no tenía afiliación religiosa; para 2014, esa cifra había ascendido al 23 % y ha seguido creciendo.

Cambios generacionales y culturales

Una de las principales razones del declive del catolicismo es el cambio generacional. Las generaciones más jóvenes, en particular los millennials y la generación Z, son menos propensas a identificarse como católicas o a asistir regularmente a los servicios religiosos. Muchos jóvenes cuestionan las enseñanzas religiosas tradicionales y consideran que la religión organizada es menos relevante en su vida diaria.

Los cambios culturales también influyen. La sociedad estadounidense se ha vuelto cada vez más secular, y temas como el matrimonio igualitario, el aborto y la identidad de género han generado divisiones entre las enseñanzas religiosas tradicionales y los valores sociales modernos. Muchos católicos, especialmente los más jóvenes, tienen dificultades para conciliar su fe con las perspectivas contemporáneas sobre estos temas. Como resultado, algunos optan por abandonar la Iglesia por completo.

El impacto de los escándalos

La Iglesia Católica se ha enfrentado a importantes desafíos debido a escándalos, en particular los relacionados con abusos sexuales por parte de clérigos. Estos escándalos, que han recibido amplia atención mediática, han erosionado la confianza en la Iglesia y han llevado a muchos a desafiliarse. Algunos católicos de toda la vida se han distanciado de la Iglesia, mientras que otros han abandonado la práctica por completo.

La gestión de estos escándalos por parte de los líderes eclesiásticos también ha influido en este declive. Muchos católicos se han sentido decepcionados por lo que consideran respuestas inadecuadas a los casos de abuso, lo que ha provocado una crisis de fe y confianza en la institución.

El papel de la inmigración

A pesar de estos desafíos, la inmigración ha contribuido a sostener el catolicismo en Estados Unidos. Una parte significativa de la población católica está compuesta por inmigrantes hispanos, particularmente de México y Centroamérica. De hecho, los católicos hispanos representan actualmente un gran porcentaje de la Iglesia católica estadounidense. Sin la inmigración, el declive de la identificación católica probablemente sería aún más pronunciado.

Sin embargo, incluso dentro de la comunidad hispana, existen indicios de declive religioso. Las generaciones más jóvenes de hispanoamericanos son menos propensas a identificarse como católicas en comparación con sus padres y abuelos. Algunos se inclinan por las iglesias evangélicas protestantes, mientras que otros se alejan por completo de la religión.

Asistencia a la iglesia y práctica religiosa

La identificación religiosa no es la única medida de la fortaleza del catolicismo. La asistencia a la iglesia y la participación religiosa también son factores cruciales. Los estudios muestran que la asistencia regular a misa ha disminuido entre los católicos estadounidenses. Si bien algunos continúan asistiendo a los servicios semanales, muchos solo asisten ocasionalmente o en ocasiones especiales como bodas, funerales y festividades como Navidad y Pascua.

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La disminución de la asistencia a la iglesia es especialmente pronunciada entre los católicos más jóvenes. Muchos de los que aún se identifican como católicos no practican la fe activamente. Esta tendencia sugiere que, si bien el catolicismo no está desapareciendo por completo, está perdiendo protagonismo en la vida de muchos estadounidenses.

La influencia política y social del catolicismo

A pesar de su descenso en las cifras, el catolicismo aún mantiene una considerable influencia política y social en Estados Unidos. Muchos políticos prominentes, incluido el presidente Joe Biden, se identifican como católicos. La Corte Suprema ha contado con varios jueces católicos, y la doctrina social católica sigue influyendo en los debates sobre temas como el aborto, la justicia social y la política migratoria.

Las instituciones católicas, como escuelas, universidades y organizaciones benéficas, siguen teniendo influencia en la sociedad estadounidense. Estas instituciones desempeñan un papel fundamental en la educación y los servicios sociales, atendiendo a millones de personas en todo el país.

Sin embargo, a medida que menos personas participan activamente en la fe, la influencia a largo plazo del catolicismo en Estados Unidos podría disminuir. Si esta tendencia continúa, el catolicismo podría convertirse más en una identidad cultural que en una práctica religiosa para muchas personas.

Esfuerzos para revitalizar el catolicismo

La Iglesia Católica es consciente de estos desafíos y se ha esforzado por revitalizar la fe entre las generaciones más jóvenes. El papa Francisco ha sido una figura clave en la interacción con los jóvenes católicos y en abordar los problemas sociales de una manera que resuena con el público actual. Su énfasis en la justicia social, la responsabilidad ambiental y la inclusión ha contribuido a que algunas personas regresen a la fe.

Muchas parroquias y organizaciones católicas también se están adaptando a las tendencias modernas, adoptando la difusión digital, interactuando con las redes sociales y creando programas diseñados para conectar con los jóvenes adultos. Algunas iglesias ofrecen servicios religiosos contemporáneos, pequeños grupos de fe y eventos comunitarios para atraer nuevos miembros.

¿Está realmente desapareciendo el catolicismo?

Si bien el catolicismo en Estados Unidos está en declive, no está desapareciendo. La fe aún tiene una presencia significativa y millones de estadounidenses continúan practicándola. Sin embargo, la forma en que se vive y se expresa el catolicismo está cambiando. Menos personas asisten a la iglesia con regularidad, más se identifican como “excatólicos” y las generaciones más jóvenes son menos participativas que sus predecesoras.

El futuro del catolicismo en Estados Unidos depende de cómo la Iglesia se adapte a estos cambios. Si logra abordar con éxito las preocupaciones de las generaciones más jóvenes, reconstruir la confianza tras los escándalos y encontrar maneras de mantenerse relevante en una sociedad en constante evolución, podría experimentar una renovación en lugar de un declive. Sin embargo, si las tendencias actuales continúan, el catolicismo podría desempeñar un papel menos central en la vida religiosa estadounidense en el futuro.

En definitiva, el catolicismo en Estados Unidos está evolucionando. Queda por ver si esta evolución conduce a un resurgimiento o a un mayor declive.