Partículas Inmortales a nivel Cuántico. LA MUERTE NO EXISTE
El Biocentrismo es una teoría propuesta por el científico y doctor en biología Robert Lanza que plantea una visión radicalmente diferente del universo, en donde la vida y la conciencia no son simplemente productos secundarios de procesos físicos y biológicos, sino elementos fundamentales que dan forma a nuestra realidad. Esta teoría desafía algunas de las ideas tradicionales de la física y la cosmología, proponiendo que el universo existe porque hay seres conscientes para experimentarlo. En esta visión, la muerte, tal como la entendemos convencionalmente, no existiría en el sentido absoluto.
Aquí te detallo algunos conceptos clave sobre el Biocentrismo:
1. Principios del Biocentrismo
- La conciencia es fundamental: Lanza sostiene que la conciencia no es una consecuencia del cerebro o de procesos físicos, sino el elemento primordial del universo. Todo lo que experimentamos está vinculado a la percepción y la conciencia.
- La realidad es creada por la observación: Según el Biocentrismo, el universo toma forma gracias a los seres conscientes que lo observan. Esto se conecta con experimentos cuánticos como el de la doble rendija, en los que la observación parece influir en el comportamiento de las partículas.
- El tiempo y el espacio son construcciones mentales: Lanza argumenta que el tiempo y el espacio no existen de forma independiente, sino que son marcos de referencia que usamos para darle sentido a nuestras experiencias. Sin un observador consciente, no existirían de manera objetiva.
2. La Muerte desde el Biocentrismo
- En el Biocentrismo, la muerte no es un fin absoluto porque la conciencia no está limitada al cuerpo físico. Al ver la realidad como una construcción que depende de la percepción, el concepto de «muerte» pierde su sentido tradicional.
- Esto implica una continuidad de la existencia a través de múltiples formas o dimensiones de conciencia, que podrían ir más allá de la vida física.
- La teoría se basa también en las múltiples posibilidades de la mecánica cuántica, sugiriendo que, tras la «muerte» en una realidad, la conciencia podría continuar existiendo en otra.
3. Comparaciones con otras visiones filosóficas y científicas
- Filosofía oriental y espiritualidad: El Biocentrismo comparte puntos en común con algunas filosofías orientales que consideran la vida como una experiencia continua, en donde el nacimiento y la muerte son transiciones.
- Mecánica cuántica: La teoría se apoya en fenómenos cuánticos que sugieren que la conciencia puede influir en la realidad física, planteando que nuestro entendimiento de la vida y la muerte debería incluir dimensiones que todavía no comprendemos completamente.
- Idealismo filosófico: Esta teoría también comparte similitudes con el idealismo, que postula que la realidad es de naturaleza mental.
4. Críticas y debates
- Falta de evidencia empírica sólida: Aunque intrigante, el Biocentrismo ha sido criticado por algunos científicos y filósofos debido a la falta de pruebas empíricas que lo respalden.
- Interpretaciones alternativas de la conciencia: Otros argumentan que la conciencia es producto del cerebro y que los fenómenos cuánticos no necesariamente respaldan la teoría de que la conciencia sea la base de la realidad.
5. Impacto en la percepción de la vida y la muerte
- Para quienes aceptan los principios del Biocentrismo, esta teoría ofrece una forma de ver la muerte no como el final, sino como una transición hacia otras formas de existencia.
- Esta perspectiva también influye en cómo entendemos el propósito de la vida, sugiriendo que somos co-creadores de la realidad.
En resumen, el Biocentrismo propone una visión revolucionaria de la vida, la conciencia y la muerte, planteando que la realidad existe a través de nuestra percepción consciente, y sugiriendo una posible «inmortalidad» de la conciencia.
La muerte es una sentencia inevitable para todo ser vivo, como creemos, a nivel cuántico, LA MUERTE NO EXISTE. Un grupo de partículas se rebelan contra el destino y parecen lograr la vida eterna.
Lo asegura un estudio de científicos de la Universidad Técnica de Múnich (TUM), en Alemania.
A escala subatómica, las leyes que rigen a los seres y objetos que podemos ver a simple vista se comportan de manera distinta y hacen posible que ocurran fenómenos que normalmente nos parecerían IMPOSIBLES.
Partículas inmortales
En el experimento, los físicos teóricos concluyeron que, bajo ciertas condiciones, un tipo de partículas, llamadas «cuasipartículas«, cuando están a punto de descomponerse son capaces de reorganizarse y «renacer» en un ciclo que puede repetirse de manera infinita. Por eso las llamaron «partículas inmortales«.
Se asumía que las cuasipartículas que interactúan en sistemas cuánticos decaían después de cierto tiempo, dijo el físico Frank Pollman, Ahora sabemos que ocurre lo contrario: Las interacciones fuertes pueden incluso detener el deterioro por completo. Frank Pollman profesor en la TUM.
El término se refiere a un grupo de partículas que debido a fuerzas electromagnéticas interactúan entre ellas y se comportan como si fueran una sola. (En plena comunicación)
Anteriormente, no se encontraban al alcance los métodos numéricos ni computadoras lo suficientemente potentes para calcular las interacciones de las cuasipartículas, pero la nueva tecnología permite hacer esas simulaciones.
El resultado de la simulación
Es cierto que las cuasipartículas se desintegran, luego, nuevas partículas idénticas emergen de los restos, explica Ruben Verresen, autor principal del estudio. Si esta descomposición se da rápidamente, se producirá una reacción inversa y los residuos volverán a converger. Este proceso puede repetirse en bucle constante, infinitamente.
¿En contra de la Física Cuántica?
En la física hay un principio el cual tiene el nombre de «entropía», sostiene que los fenómenos físicos son irreversibles, por ejemplo, que sea fácil que un vaso de vidrio se quiebre, pero es imposible que después vuelva a su estado original. Si las cuasipartículas logran renacer luego de su deterioro.
¿Quiere decir que violan el principio de la Entropía?
Según los físicos de la TUM, la respuesta es no. La infinita oscilación entre descomposición y renacimiento hace que la entropía no aumente ni disminuya, logra que se mantenga constante.
La extraña teoría de la física cuántica que asegura que la muerte no existe
El biocentrismo postula que la muerte no puede ser un evento final como comúnmente pensamos o la ciencia quiere que creamos.
En el mundo cuántico, nada funciona como pensamos.
Todos sabemos que la muerte nos hace a todos iguales.
Independientemente de la riqueza, el credo o la nacionalidad, todos morimos. Tarde o temprano puede llegar, el azar y la forma que elijamos de vivir son sus características, pero inevitablemente el momento de la despedida llegará a cada uno de nosotros.
No hay que tener miedo, aunque es una pena, es natural. Tal vez, como siempre hay que tener la mente abierta, nos equivocamos. Tal vez la muerte es en realidad algo que aún no entendemos completamente. Puede que no sea el final que pensamos, sino solo una fase.
De lo que podemos estar seguros es de que no podemos estar seguros de nada hasta tener dicha experiencia.
¿La física cuántica, tiene algo que decir al respecto?
De manera contradictoria y enigmática, la física cuántica nos dice que la realidad es mucho más extraña de lo que parece. En el mundo cuántico, nada funciona como nos dice todo lo que sabemos. Ni siquiera la muerte.
Vida después de la muerte
Según el científico estadounidense Robert Lanza, quien afirma tener pruebas convincentes de la vida después de la muerte, que no existen. Según él, la vida no deja de existir, solo cambia la forma de percibirla.
Esta idea se encuentra en la física cuántica, especialmente en las nuevas teorías del biocentrismo.
El biocentrismo postula que la muerte no puede ser un evento final como comúnmente pensamos. El concepto de muerte es simplemente un producto de nuestra conciencia porque nos asociamos con nuestros cuerpos y sabemos que los cuerpos mueren.
El profesor afirma que el biocentrismo explica que el universo existe solo porque el individuo es consciente de sí mismo, y que los conceptos de espacio y tiempo son meras herramientas de la mente.
La respuesta de Robert Lanza al gran misterio de la existencia humana se basa en el biocentrismo, que es como la idea de los universos paralelos, donde hay una infinidad de universos y todo lo que puede suceder sucede en uno de ellos.
El profesor afirma que cuando morimos, nuestra vida se convierte en una «flor perenne que vuelve a florecer en el multiverso».
«La vida es una aventura fuera de nuestras formas lineales normales de pensar; cuando morimos, no morimos de acuerdo con una matriz aleatoria, sino de acuerdo con una matriz de la que la vida no puede escapar.»
No hay muerte en el mundo sin espacio ni tiempo.
«La inmortalidad no significa ser eterno en el sistema del tiempo, sino estar completamente fuera del tiempo”, concluye el científico.