Los aliados de Trump han elaborado propuestas que intentarían erosionar la independencia de la Fed si gana, informó el Wall Street Journal en abril. La campaña de Trump se distanció del informe en ese momento.
Sin embargo, sus declaraciones del jueves indican que está totalmente alineado con uno de los principales objetivos de las propuestas: Si se convierte en presidente, Trump debe ser consultado sobre las decisiones de tasas de interés, y las propuestas de regulación bancaria de la Fed deben estar sujetas a la revisión de la Casa Blanca.
El presidente de la Fed y los otros seis miembros de su junta de gobernadores son nombrados por el presidente, sujetos a la confirmación del Senado. Pero la Fed goza de una gran independencia operativa para tomar decisiones políticas que ejercen una enorme influencia sobre la dirección de la mayor economía del mundo y los mercados mundiales de activos.
Por ejemplo, la capacidad de la Reserva Federal para establecer su propia política monetaria sin supervisión política es uno de los pilares en los que se sustenta la posición del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial.
Ese estatus, a su vez, es clave para conceder al gobierno de Estados Unidos una capacidad casi sin control para pedir prestado en los mercados mundiales de bonos a tasas de interés relativamente bajas a pesar de tener una carga de deuda de 35 billones de dólares, lo que se conoce como el «privilegio exorbitante.»
MAS NOTICIAS EN YOUTUBE