Según Eugenio Grandio, presidente de Electro Movilidad Asociación, A.C. (EMA), la exención arancelaria no estaba orientada específicamente hacia vehículos de origen chino, sino que buscaba beneficiar a todos los fabricantes de autos eléctricos globalmente. China, como líder en el desarrollo y manufactura de vehículos eléctricos, ha visto un aumento en la llegada de sus modelos a México gracias a esta medida, pero ese no era el objetivo.
“No es que haya sido un incentivo pro-China. Fue un incentivo pro-eléctricos. O sea, era para todos los vehículos eléctricos importados de cualquier parte del mundo, aunque no tuvieran tratado libre comercio. Además de China, países como Corea, con los que México tampoco tiene tratado de libre comercio, también podrían haber aprovechado este beneficio. Era una medida diseñada para beneficiar a cualquier marca que produjera vehículos eléctricos en países sin acuerdos comerciales con México”, detalla.
Desde la implementación de la medida, la venta de vehículos eléctricos en México ha aumentado de menos del 0.5% al 1% de las ventas totales, con una oferta ampliada de aproximadamente 60 modelos eléctricos, según la EMA. Marcas de origen chino como JAC, BYD, SEV y MG, junto con fabricantes que producen en China algunos modelos eléctricos, como Volvo, BMW y Renault, han sido las principales beneficiarias de esta exención.
A medida que algunos países adoptan políticas más restrictivas hacia los autos eléctricos, México enfrenta el desafío de equilibrar el impulso de tecnologías sostenibles con el fortalecimiento de su relación comercial con Estados Unidos. El país se encuentra en una encrucijada, debatiéndose entre seguir las políticas de su principal socio comercial o renovar el incentivo para apoyar la industria de vehículos eléctricos.
La EMA ha solicitado reuniones con la nueva administración de Claudia Sheinbaum, que asumirá el cargo en octubre, para pedir una extensión de la exención arancelaria. Hasta el momento, no ha habido respuesta oficial a estas solicitudes.
¿Subirán los precios de los vehículos eléctricos chinos?
Mientras tanto, algunas marcas ya han comenzado a ajustar sus estrategias ante la inminente eliminación de la exención. Volvo, por ejemplo, ha optado por subsidiar el precio de sus modelos eléctricos para mantener la competitividad, mientras busca alternativas como trasladar parte de su producción a Europa para beneficiarse de preferencias arancelarias bajo el Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea.
Zeekr, una marca propiedad de Grupo Geely, ha decidido mantener la producción en China debido a la eficiencia y capacidad de economía de escala de sus instalaciones, lo que permite ofrecer precios competitivos que actualmente no podrían igualarse con otra planta en México o en otro país.
Edgar Suárez, country manager de Zeekr en México, asegura que “no vamos a sacrificar el producto para atender movimientos de geopolítica. Aunque tengamos este arancel, seguiremos siendo competitivos”.
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