Un reporte realizado por Signal AI señala que el 63% de los líderes en las empresas dedica más de 40 horas a la semana exclusivamente a la toma de decisiones, y aunque el 69% de ellos mencionó que los datos son el elemento más importante en este proceso, el 80% de ellos señala que tiene demasiados datos para evaluar. Por otro lado, de acuerdo con HBR se estima que una mala toma de decisiones cuesta a las empresas en promedio el 3% de sus ganancias, sin embargo, los costos de una mala toma de decisión no son solamente financieros, ya que esto puede tener implicaciones en una o diversas áreas del negocio e impactar directa e indirectamente la relación con sus clientes y proveedores.
Por ello, a pesar de los riesgos, ventajas y nuevas propuestas, es importante primero realizar una pregunta fundamental, ¿pueden los líderes de las organizaciones considerar a la IA como una herramienta factible para tomar decisiones? La respuesta es sí, totalmente.
El uso de IA es cada vez más común en diversas industrias a escala global y de América Latina, pero es importante entender que se trata de una herramienta que ayuda sobre todo, a capitalizar y maximizar los esfuerzos, pues tiene como característica principal ser una tecnología basada en el aprendizaje automático y el aprendizaje profundo de datos, que usa algoritmos para realizar clasificaciones y análisis para la resolución de problemas, sin embargo no busca reemplazar el valor y conocimiento del ser humano, pues es la combinación de ambos lo que puede contribuir al desarrollo de sus capacidades para mejorar su desempeño y experiencia.
Por ello, como especialista en transformación digital, puedo afirmar que el uso informado y responsable de la IA trae consigo importantes beneficios para la toma de decisiones en las organizaciones, tales como: mayor velocidad, precisión y objetividad en su capacidad de análisis de datos, identificación de patrones complejos, como relaciones y tendencias que podrían pasar desapercibidos por otros mecanismos de análisis, reducción de costos operativos y mejor gestión del riesgo, que logra por su capacidad de diseñar escenarios hipotéticos y evaluar los riesgos asociados, como resultado del análisis de múltiples variables y factores.
Sin embargo, no hay que olvidar que la IA es un desarrollo tecnológico que se encuentra en constante evolución, por ello, quiero compartir algunos de los riesgos que podrían enfrentar durante la implementación, como:
1. Evitar la filtración de datos personales u otros que puedan comprometer la privacidad de las personas.
2. Considerar que ha habido un aumento en los ciberataques o situaciones que puedan comprometer la seguridad informática, debido al cada vez mayor volumen de información.
3. Tomar en cuenta el sesgo en la información, que ocurre cuando se está expuesto a las mismas ideas, noticias y hechos.
4. Invertir en la capacitación y especialización del personal, ya que la falta de conocimiento y experiencia por parte de los equipos puede suponer un riesgo importante durante el uso de la tecnología.
5. Evaluar que exista disponibilidad de datos, ya que, si son limitados, no se podrán encontrar los patrones y relaciones que permitan a los sistemas tomar decisiones precisas.
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